Aguacate: salud, cocina y cosmética

El aguacate se ha ganado mala fama debido a su elevado aporte calórico. Sin embargo, contiene grasas monoinsaturadas, las conocidas como ‘grasas buenas’, indispensables para darle energía a nuestro organismo. Sus beneficios son innumerables y su aplicación en la cocina (y fuera de ella) son muy variados.   

Los frescos

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Hasta hace algo más de una década, el consumo de aguacate en España no era habitual. Tiene su origen en zonas tropicales y subtropicales centroamericanas, por lo que encontrarlo no era tan fácil como ahora. Aunque desde hace algún tiempo, el aguacate ha dejado de considerarse una fruta exótica, ya que su cultivo se ha extendido por nuestro país, sobre todo en Andalucía, con lo que ya no es tan extraño incluirlo en nuestra lista de la compra.

Pese a que su consumo se ha incrementado, las grasas que contiene son las causantes de que siga teniendo mala fama. Sin embargo, no todas las grasas son iguales. Nuestro cuerpo necesita nutrientes para su correcto funcionamiento: proteínas, carbohidratos y lípidos o grasas. Las más perjudiciales para nuestra salud son las grasas vegetales hidrogenadas, presentes, sobre todo, en la bollería industrial y en la comida precocinada. En cambio, las grasas poliinsaturadas, presentes en pescados azules como el salmón, y las monoinsaturadas, que son de origen vegetal, son grasas saludables. Y la grasa del aguacate pertenece a esta última. 

El aguacate tiene muchas propiedades que hacen que su consumo sea altamente recomendable. Es rico en fibra, tiene un alto nivel de potasio (más que un plátano), aporta magnesio y las dosis de vitaminas B y E que contiene, lo convierten en un potente antioxidante.

Es una fruta muy recomendada para deportistas, ya que aporta mucha energía al cuerpo, favorece la reparación de la masa muscular y disminuye la inflamación de las articulaciones. Su consumo mejora los niveles de colesterol y se recomienda para casos de artritis. Además, suele estar muy presente en las dietas de las embarazadas, ya que es un alimento rico en ácido fólico, que es el encargado de evitar malformaciones en el feto durante la gestación.



¿A qué platos puedo añadir aguacate?

Para saber si un aguacate está en su punto debemos fijarnos en el tallo. Si se puede quitar fácilmente con el dedo y en su lugar se observa un color marrón, está en su momento óptimo. Si el aguacate está verde podemos acelerar su maduración envolviéndolo en papel de periódico junto a una manzana. En 2 o 3 días estará listo para comer.

El aguacate se puede preparar de muchas formas distintas. Lo más sencillo es añadirlo a las ensaladas o al tartar de atún o de salmón. También se puede untar en las tostadas y añadirle semillas de lino. De hecho, los marineros europeos lo usaban en la antigüedad como sustituto de la mantequilla. Se puede emplear para hacer cremas frías y, por supuesto, para hacer guacamole.



RECETA DE GUACAMOLE

Ingredientes: 2 aguacates maduros, 1 tomate pequeño, 1/2 cebolla, 1 chile jalapeño, hojas de cilantro fresco, zumo de media lima y sal.

Elaboración: Pica la cebolla y el chile lo más fino posible. Corta el tomate en dados pequeños y los aguacates por la mitad (llegando hasta el hueso y girando cada parte separando las dos mitades). Extrae toda la pulpa con una cuchara y pon en un bol con la cebolla, el tomate y el chile. Pica las hojas del cilantro y añádelas. Agrega el zumo de lima y la sal. Machaca con un tenedor hasta que se mezclen todos los ingredientes y quede una salsa homogénea.


Un aliado de belleza

Además de su uso culinario, el aceite de aguacate es muy utilizado en cosmética y con él podemos elaborar nuestras propias mascarillas caseras para el pelo o la piel

• Mascarilla para el pelo: mezcla un aguacate maduro con miel y aceite de oliva y aplícalo sobre el cuero cabelludo. Déjalo actuar unos 20 minutos antes de aclararlo para conseguir un pelo suave.

• Mascarilla antienvejecimiento: prevén los síntomas del envejecimiento en tu rostro mezclando la pulpa del aguacate con aceite de jojoba. Aplícalo y déjalo actuar durante 15 minutos. Enjuaga con agua tibia.

• Antiojeras: El aguacate ayuda a descongestionar los capilares sanguíneos, por lo que es un buen remedio para combatir las ojeras. Mezcla su pulpa con tres cucharadas de avena, aplica sobre la zona y déjalo actuar durante 30 minutos.

• Exfoliante casero: exfolia tu piel al menos una vez a la semana con un exfoliante casero. Mezcla la pulpa del aguacate con dos cucharadas de harina de avena, una cucharada de zumo de limón y una cucharada de sal y aplícatelo en el rostro para arrastrar las impurezas.

• Leche limpiadora: para una piel más hidratada y limpia, mezcla un cuarto de aguacate y un yogur natural. Después de utilizarla, la piel se queda más limpia e hidratada.