Colaborar en casa: tareas para todas las edades

¿A qué edad hay que empezar a involucrar a los niños en las tareas del hogar? ¿Cuáles son las más adecuadas para cada rango de edad? Entre los 2 y 3 años ya podemos empezar a animarles a que nos ayuden. Darles autonomía es también enseñarles a crecer.

Cuidado infantil

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Cuando tenemos niños en casa, es importante hacerles entender desde pequeños, que las tareas del hogar son responsabilidad de todos los miembros de la familia y que colaborar es cosa de todos, no solo de ‘papá y mamá’. Involucrarles poco a poco será muy beneficioso para su desarrollo personal, ya que les hará sentirse útiles, aumentará su sentido de la responsabilidad y se volverán más independientes y organizados.

Adquirir responsabilidades suele ser un proceso bastante lento que requiere de mucha paciencia. Durante este periodo, tenemos que tomarnos el tiempo necesario para explicarles las tareas, indicándoles cómo se hacen y animándoles a superarse día tras día. Y, aunque cueste, intentar no desesperarnos cuando no les salgan las cosas y, sobre todo, no acabar haciendo nosotros las tareas que les habíamos encargado.

Así que invítale, sugiérele que haga alguna cosa, pero hazlo de forma divertida. Canta, ríe, hazle reír, cuéntale una historia, etc. Puede que tardéis un poquito más, pero seguro que os lo pasáis genial. Y, sobre todo, no lo obligues. Tienes que hacerle ver que las tareas también son algo suyo, pero sin forzarle.

Sugiérele que haga alguna cosa, pero hazlo de forma divertida

¿Cuándo empezar?

Normalmente, cuanto más pequeños son, más ganas tienen de ayudar y de hacer cosas. A partir de los dos años empiezan a desarrollar lo que se conoce como ‘juego simbólico’ que, en parte, consiste en imitar las acciones que realizan los adultos en la vida real. Un momento magnífico para que comiencen a colaborar con pequeñas tareas.

Entre los dos y los tres años, pueden empezar ayudándonos con cosas muy sencillas, por ejemplo, colaborando a la hora de recoger sus juguetes, pedirles que nos traigan algún objeto que este a su alcance o que tiren algo a la basura.



A medida que van creciendo, tienen que ir adquiriendo más independencia. Con 4-5 años puedes animarlos a que se vistan y aseen solos. Además, es un buen momento para que vayan aprendiendo a poner o quitar la mesa, recoger los juguetes o regar las plantas. Hagan lo que hagan, les costará llegar a hacerlo más o menos bien, por lo que es muy importante seguir animándoles para que continúen esforzándose por hacerlo cada vez mejor.



A los 6 años podemos empezar a responsabilizarles de mantener su habitación ordenada o de preparar la ropa que usarán al día siguiente. A esa edad suelen estar aprendiendo a escribir, por lo que podemos aprovechar para que practiquen dictándoles, por ejemplo, la lista de la compra.



Desde los 7 años pueden empezar a hacerse la cama. Primero los fines de semana y, poco a poco, adquirir el hábito de hacerla todos los días. A esta edad deberían haber incorporado algunas tareas, como poner la mesa, prácticamente como una rutina.



A los 8-9 años anímales a que participen en la cocina. Hay recetas muy sencillas de las que se pueden encargar, como de preparar su desayuno o de realizar algún postre. Además, estos ratos en la cocina son estupendos para inculcarles buenos hábitos alimenticios. También podrán ya doblar y guardar la ropa limpia, sacar al perrito a pasear o guardar la compra.

Conforme van haciéndose mayores, sus responsabilidades deberían ir en aumento. Si queremos que aprendan de todo, podemos elaborar un calendario de tareas, donde se vayan alternando según los días de la semana, y repartiendo, en el caso de tener hermanos.

Su mascota, su responsabilidad 

Cuando hay niños en casa es frecuente tener alguna mascota. Desde pequeños, es nuestra obligación explicarles que un animal no es ningún juguete y que atender sus necesidades de alimentación, salud e higiene, conlleva mucha responsabilidad.



Los niños, especialmente si son los dueños de la mascota, deberán ir aprendiendo y adquiriendo, de manera gradual y siempre bajo la supervisión de un adulto, las diferentes tareas y obligaciones que conlleva tener un animal a su cargo.

A partir de los 3 años, el niño puede empezar a participar en ciertas tareas de cuidado de la mascota, por ejemplo, ayudando a ponerles la comida o el agua. En el caso de tener un perro, pueden participar en su cepillado. A los 6 años, los niños ya deberían empezar a involucrarse de una manera más activa en el mantenimiento del perro, por ejemplo, limpiando los cuencos de la comida y siendo el encargado de cambiar el agua del bebedero. Con 10-11 años, también pueden ser los responsables de los paseos y de las atenciones diarias que la mascota necesite.