Los productos ecológicos están de moda. Según el Ministerio de Medio Ambiente, los consumidores se interesan cada vez más por los alimentos y bebidas de producción ecológica. Además de conseguir una mayor calidad, con estos productos contribuimos a la protección del medio ambiente y al cuidado del medio rural. Las razones por las que consumir este tipo de productos son muchas. Aquí te desvelamos algunas.

Tema del mes

Comparte

Los productos ecológicos son aquellos productos naturales obtenidos sin el uso de sustancias químicas de síntesis (pesticidas, fertilizantes o medicamentos) a los que tampoco se les añaden compuestos artificiales (aditivos, colorantes, saborizantes y aromas); aunque el uso de sustancias químicas de origen natural sí que está permitido. Además, respetan siempre el ritmo de crecimiento de plantas y animales.

Gracias al método racional y sostenible de cultivo y crianza,se obtiene un producto respetuoso con el medio ambiente y con el bienestar animal, además de un producto de una calidad gustativa excelente.

Se trata de un sistema de producción que nos ofrece alimentos de gran calidad, al tiempo que contribuye a la diversidad biológica y a la preservación de las especies y los hábitats naturales. Para ello, este sistema de producción se basa en una serie de objetivos y principios, así como en unas prácticas de cultivo y manejo comunes diseñadas para minimizar el impacto humano en el medio ambiente y en los animales.

 Hoy en día, ya podemos encontrar una gran variedad de productos ecológicos en los supermercados: leche, cereales, frutos secos, huevos e, incluso, alimentos ya procesados como las conservas, las bebidas o los yogures, son ejemplo de ello.

CUATRO RAZONES PARA PROBAR LOS PRODUCTOS ECOLÓGICOS

1. Se obtienen de forma respetuosa: al no usar sustancias químicas sintéticas(pesticidas, fertilizantes o medicamentos).

2. Contribuyen al desarrollo del entorno: benefician a los productores de las zonas en las que se crían, cultivan o producen.

3. Respetan el crecimiento de las materias primas: tanto las plantas como los animales delos que proceden son respetados en cuanto a sus ciclos de crecimiento.

4. Se elaboran siguiendo métodos tradicionales: evitando la adición de sustancias artificiales (aditivos, colorantes, saborizantes y aromas).


Si eliges productos ecológicos, estás eligiendo productos honestos, de calidad y respetuosos con el entorno.

ESPAÑA, QUINTO PAÍS DEL MUNDO CON MAYOR SUPERFICIE DE AGRICULTURA ECOLÓGICA

España, con cerca de 1,7 millones de hectáreas, es el quinto país del mundo con mayor superficie bajo el método de producción ecológica, por detrás de Australia (17,2 millones de hectáreas), Argentina (3,1 millones de hectáreas), Estados Unidos (2,2 millones) y China (1,9 millones). Así se desprende del último estudio ‘El Mundo de la Agricultura Ecológica’ (con datos hasta finales de 2014), elaborado por la Fundación Internacional por la Agricultura Ecológica (Ifoam) y por el Instituto de investigación por la agricultura ecológica (FiBL).

En 2014, la superficie ecológica creció en todo el mundo hasta los 43,7 millones de hectáreas (500.000 más que en 2013), así como el número de productores, hasta 2,3 millones de agricultores ecológicos. Esto nos revela que el mercado de productos ecológicos ha llegado para quedarse.



¿LOS ALIMENTOS ECOLÓGICOS SON MEJORES?

Éste es un debate muy habitual y hay opiniones de todo tipo, pero lo cierto es que a día de hoy no existen pruebas de que los alimentos ecológicos sean más seguros o tengan mayores propiedades nutricionales que los producidos de forma convencional. Aun así, es cierto que existen diferencias entre ellos:

• Apariencia: color, brillo, forma o tamaño, pueden distar mucho de unos a otros. Pero su calidad no es mejor ni peor, sino que se están producidos de forma diferente.

• Sabor: se dice que los productos ecológicos son más sabrosos, sobre todo los frescos. Esto depende de muchísimos factores, aunque sí que es cierto que en la recolección de los productos ecológicos prima más el punto óptimo de maduración.

• Precio: hasta no hace mucho tiempo, la diferencia de precio entre ambos podía ser bastante considerable. El aumento de la gama, la producción y el consumo han hecho, a lo largo de los años, que las diferencias sean bastante menos notorias.